Pruebas de color ISO

A día de hoy, los documentos, catálogos y trabajos gráficos son creados informáticamente y visualizados en pantallas de ordenador, cuyas características pueden alterar la percepción del color, luminosidad y contraste del documento final. Esto es debido a que los monitores usan colores aditivos - también llamados colores luz: R = Red (Rojo), G=Green (Verde) y B=Blue (Azul), mientras que el documento impreso se consigue mediante colores sustractivos – que se obtienen mezclando los colores RGB y ofrecen una gama más amplia: C= Cian, M= Magenta Y= Yellow (Amarillo) y Key (Negro) por lo que los colores que vemos en las pantallas de nuestro ordenador no son idénticos a los que veremos en el resultado impreso del trabajo.

 

Debido a esta circunstancia, se recomienda siempre hacer una prueba de color ISO previa a dar la orden de impresión del trabajo, con la cual hacer una verificación rápida y vinculante para así asegurarnos de que el producto final es fiel a los colores, pues la precisión del color es objetivamente medible. Y en caso de detectarse cualquier inconformidad, estaremos a tiempo de realizar modificaciones. 

 

La importancia de realizar una prueba de color

 

Para lograr un trabajo final exitoso es fundamental que el trabajo realizado a nivel informático concuerde perfectamente con lo esperado en la elaboración final, y el color juega un papel clave. La única forma de comprobar la fidelidad de color de un trabajo es precisamente realizando una prueba de color previa. Una herramienta indispensable para poder rectificar cualquier error antes de dar la orden de impresión, y que finalmente el trabajo no quede con el resultado adecuado que buscamos. 

 

Si bien es cierto que tradicionalmente es posible que no se prestaba tantísima atención a la calidad del producto final y no se disponía de las herramientas adecuadas para llevar a cabo pruebas y comprobaciones, en los últimos años la impresión digital dispone de una gama amplia de pruebas de color, que emularán perfectamente el destino y colores elegidos para reproducir el impreso. 

 

Factores a tener en cuenta 

 

Al realizar la prueba de color, hay diferentes factores que influyen enormemente en el resultado final: 

 

• El más importante es el soporte a utilizar para la impresión, pues el papel presenta distintos grados de no-blancura que proporcionan distorsión en el resultado final.
• Por supuesto, conocer bien la máquina que va a imprimir el trabajo. 
• Disponer del perfil ICC: un conjunto de datos que caracteriza a un dispositivo de entrada o salida de color (en este caso, la impresora), según los estándares promulgados por Consorcio Internacional del Color (ICC). Con los perfiles ICC la prueba simula directamente la máquina. 
• La prueba de color ofrece gran rentabilidad ya que tiene un bajo coste y evita pérdidas económicas en caso de impresiones no válidas.

 

En resumen, la prueba de color tiene una gran importancia para cualquier negocio de impresión ya que a través de esta el cliente podrá fijar sus expectativas con respecto a como se verá impreso, y aplicar cualquier cambio que considere pertinente. Aporta valor al trabajo realizado pues con las muestras de impresión se tiene algo tangible sobre lo que hacer esos cambios. Si no se realiza la prueba y el trabajo final no concuerda con los archivos vistos en pantalla, el cliente se sentirá insatisfecho ya que no se cumplieron sus expectativas.

 

En Pressing, ofrecemos variedad de soportes distintos en los que puedes realizar tus pruebas:

• Papel estucado de 250 gramos.
• Poliéster metalizado.
• Film transparente.

 

Además, existe la posibilidad de imprimir con tinta blanca, en los materiales de poliéster metalizado y film transparente, que dan un acabado espectacular al trabajo final, y aportan un valor diferencial añadido a tu producto.