Hoy queremos hacer un viaje en el tiempo. Concretamente, al año 1455, cuando la invención de la imprenta marcó un antes y un después.

   Si hay alguien a quién no deberías perder de vista en tu equipo es el diseño. Sí, nos referimos a él como si fuera un protagonista más de tu día a día. En este artículo te contamos porque es el embajador silencioso de tu marca y cómo puedes llevarlo a otro nivel gracias a la impresión de calidad.

Con unas tarjetas de visita sencillas puedes mostrar lo más importante de tu negocio pero, a veces, quieres algo más. Algo especial, distinto y que capte la atención. En ese caso, no seremos nosotros quiénes te quitemos la idea de la mente porque también estamos convencidos de que la originalidad no tiene precio. Salir de tu zona de confort significa conseguir más oportunidades. Precisamente por eso, hoy queremos compartir 3 ideas que podrás aplicar en tus tarjetas de visitas y conseguir esa palabra que tanto nos gusta escuchar. Ya sabes… ¡wow!